¿Por qué contratar una planeadora de bodas?
Jamás sabrás las implicaciones que conllevan organizar una boda ¡hasta que no lo hagas!, y sin duda más complicado aún será jugar el rol de organizadora y de novia simultáneamente ¡lo digo por experiencia!
Planear cualquier evento, por pequeño que sea, requiere conocimiento del mercado, tiempo, dedicación, esfuerzo, cuidado de los detalles, y si eres la novia un poco de psicología para tratar con cada parte implicada y ¡mucha paciencia para no estresarte!
Cuidar de todo lo que está al alcance de tu control puede resultar fácil de resolver, pero el gran reto viene con aquellos elementos que no dependen de ti directamente y que por lo tanto no puedes controlar, sin duda estos elementos redundan notablemente en el comportamiento de las personas, por lo que esos son los verdaderos retos a los que hay que enfrentarte y que me gustaría enlistar a continuación:
1. Familiares que apoyan con algún elemento a los novios y sus proveedores.
Costear una boda implica un considerable desembolso económico para los novios, por lo que en muchas ocasiones familiares y amigos apoyan con aportaciones económicas y en especie, lo cual puede ser de mucha ayuda y a su vez resultar en malas experiencias; por lo anterior es importante establecer parámetros para tratar de que todo fluya de forma óptima. En los casos en que el apoyo sea económico es muy sencillo, pues serás tú quien canalice los recursos, pero en los casos en los que el apoyo venga en especie, puedes hacer saber de una forma muy sutil a quien te esté apoyando que es importante para ustedes que el proveedor se adapte a los tiempos y planes programados para el día de la boda y así evitar contratiempos y disgustos; pide establecer un contacto directo con él para evitar el típico caso del teléfono descompuesto y en cierta forma obtener la autoridad para dirigirlo.
2. Invitados que quieren traer a su propios invitados
Sin duda el número de invitados a tu boda es un factor que depende directamente de tu presupuesto, por lo que debes mantenerte firme en la definición de quienes están invitados y quiénes no. Es común recibir llamadas de tus invitados solicitándote boletos “extras”, más aún cuando se trata de aquellos que te “apoyaron” en algo para la realización de la boda. Es importante hacerles saber que se trata de un evento en el que se han considerado aquellas personas más cercanas y que por lo tanto no es posible modificar los parámetros establecidos pues esto saldría de tu plan para hacer ese día tan especial y por su puesto de tu presupuesto.
3. Invitados que no confirman
Desafortunadamente y a pesar de solicitar en tus invitaciones que así lo hagan, no es una garantía que suceda, por lo que sugerimos que tomes la iniciativa y sean tú y tu novio quienes llamen a cada uno de sus invitados y soliciten su confirmación por lo menos un mes antes de la boda y así poder tomar decisiones de acomodo y detalles con tiempo.
4. El Saboteador
Por alguna extraña razón que aún no logro explicar, en toda boda existe un saboteador, con esto me refiero a esa persona que no está completamente feliz de que la boda se efectúe, o que se encuentra a disgusto porque algo no se hizo como él/ella quería; en todos los casos lo que debes hacer es identificarlo, tratar de neutralizarlo y estar pendiente de sus acciones, pues sin duda tratara en cualquier momento de sabotear de alguna forma tu evento.
Finalmente y a propósito de todo lo anterior, ¿Por qué no dejas que alguien haga y se preocupe de todo esto y tú solo te dedicas a DISFRUTAR TU BODA?
Si yo me vuelvo a casar, sin duda lo primero en la lista será: contratar una Planeadora de Bodas!!!